Yo, me, tú

Me leo, me releo, me escupo, me vomito.
Me incinero, me flagelo, me sonrío, tirito de frio.
Me emborracho, me insulto, me arrepiento, me pierdo.
Me digo, me desdigo, pienso, medito, no llego a ningún sitio.

Gracias Mario pero...

Navegando por Internet me encuentro con esta curiosa aplicación que te permite generar un texto personalizado sobre la famosa imagen de Mario Bros 1 donde, después de superar por completo cualquiera de los siete primeros niveles, Toads te decía que gracias, pero que siguieras intentandolo...

En esta web podremos personalizar el texto para generar un gif divertido a la par que inútil.


Lo que nos dijeron las voces, de cuando el cine y la experimentación psicofónica se fusionan


El pasado 26 de noviembre tuvo lugar la primera visualización de “Lo que nos dijeron las voces”, la película documental sobre psicofonías filmada en escenario de la Región de Murcia.

Cincuenta años después del descubrimiento de Jurgenson estamos como en la casuística OVNI, sabemos de donde venimos, pero desconocemos de qué se trata. De donde procede el fenómeno y qué pretende. Pero también es cierto que cincuenta años no son nada para un campo de estudio. Que la investigación científica requiere de tiempo para desarrollar protocolos  y, sobre todo, de dinero. Cosa esta, la financiación, que dada la idiosincrasía de la mayoría de los investigadores que costean sus propios laboratorios e investigaciones más bien escasea con respecto a otras disciplinas.


Y es esa vocación “do it yourself” la que impregna la creación cinematográfica de Ricardo Groizard. Cámara al hombro o tripode, según convenga, haciendo de técnico de sonido, iluminador, productor o guionista y dejándose guiar por el buenhacer del investigador murciano Antonio Pérez, nos muestran como es una investigación psicofónica en directo desde dentro. Y aunque cada uno procede de un mundo distinto. El de Groizard es el de la televisión y el cine, Antonio Pérez en cambio, curtido en mil batallas de investigación de campo, mantienen el equilibrio y la película ni resulta excesivamente comercial ni excesivamente erudita para investigadores.


A través de cuatro escenarios situados en la Región de Murcia Groizard y Pérez se adentran en las entrañas de cuatro historias escalofriantes. Y es que algo tendrá el agua cuando se le bendice. Si Alberto Cerezuela se ha empeñado en mostrar al mundo las características peculiares de su Almería extraña, Murcia, colindante y en muchas aspectos hermana de la provincia andaluza, tampoco se queda atrás en cuanto a cantidad y calidad en casos. Así vemos dentro de la producción lo que sucede en el camping arrasado de Bolnuevo (Mazarrón), El Palacio de Olite (La Alberca), el abandonado Hostal Consul (La Unión) y una casa encantada de la ciudad de Cartagena.


Escenario a escenario

En 1989 una gigantesca ola de cuatro metros de altura y ochenta metros de envergadura arrasó el camping de la rambla de Bolnuevo.  Las fuentes oficiales apuntan a dos personas fallecidas, pero en la localidad mazarronera es vox populi que los fallecidos pudieron ser más. La mayoría turistas extranjeros de los cuales se desconocía su identidad. “Lo que nos dijeron las voces” baraja la hipótesis de que la cantidad de personas que perecieron en tan desgraciado suceso es mayor y que dichas almas piden ayuda.

El Palacio de Olite es un antiguo orfanato en el que eran llevados los niños de la guerra que habían perdido a toda su familia durante la guerra civil española. Abandonado y ruinoso durante la filmación se escuchan voces de niños con una claridad meridiana.

Antonio Pérez y Ricardo Groizard en el escenario del Auditorio de La Alberca

Alfonso Martínez Saura era un modesto pastor de La Unión que terminó construyendo un Hostal en las mismas tierras en las que pastoreaba de joven. Después de una vida agitada, viajando por medio mundo, después de enrolarse en la marina mercante volvió a su localidad natal para montar un negocio de hostelería. Un día fue hallado muerto dentro de su establecimiento, poco tiempo después de que tuviera lugar un extraño suceso protagonizado por un fantasma que aporreaba la puerta. Suceso este acaecido en presencia de la persona que días después lo encontraría muerto.
Una casa encantada “de libro” es lo que vemos en la filmación obtenida en Cartagena. Luces que se encienden solas y voces de marcado carácter siniestro. Es en este lugar donde se obtienen las voces más claras, además el testimonio de los habitantes de la casa ayuda a entrar en la densa atmósfera del lugar.

Aunque la película no va de pasar miedo se pasa miedo, no es una docuficción, como “El Proyecto de la Bruja de Blair” (1999), esto va en serio. Las voces se solapan a las de los protagonistas mientras preparan sus equipos. Responden a las preguntas que estos les lanzan. Incluso las voces conversan entre ellas. Escalofriante. La pregunta antes o después emerge en la cabeza del espectador ¿Con qué están contactado? La misma que se han hecho decenas y decenas de investigadores y aficionados ¿qué es esto? ¿de dónde viene? ¿qué quiere? Y es que un golpe helado recorre la espalda cuando la psicofonía más clara de todo el film anuncia “hoy quiero tres almas”. Otras invitan a Ricardo a investigar, ofrecen cantidades sobre las presuntas personas sepultadas bajo la catástrofe del camping de Bolnuevo. O el eco de las voces de niños se suceden en el antiguo orfanato de Olite.

Uno de los puntos calientes de la proyección es la presencia de Celeste Gómez (no estoy seguro del apellido) una médium que afirma tener el don de poder ver a los fallecidos. “Se presentan en mi casa pidiendo ayuda”, afirma la propia Celeste. Y es que, Ricardo Groizard, promovido por la idea de darle un sentido a lo grabado quiso contactar con una persona con poder que pudiera ofrecerle una explicación. Fue Antonio Pérez quien le condujo hasta ella, y esta, sin conocer el contenido de la película ni haber escuchado nada del material grabado, afirma con una mirada penetrante que “en el camping hay más de dos personas muertas”, y que el propio Alfonso Martínez Saura se ha presentado en su casa para pedirle ayuda porque él sigue encerrado en su hostal después de su trágica muerte. Entre otras cosas, enumera como es su día a día con las almas, como las ayuda o como las ve. Celeste se expresa con tanta simpleza y contundencia que a uno le entra inevitablemente una risa nerviosa.


Documental Psicofónico

“Lo que nos dijeron las voces” es pionera de un género cinematográfico: Documental Psicofónico lo llamaría yo, aquel que fusiona género documental y experimentación psicofónica a tiempo real. Género que si tiene arraigo o transcendencia solo el tiempo y la aceptación de profesionales y público dirá, pero innegablemente lleva el fenómeno un paso más allá de lo que habíamos conocido hasta la fecha. Quizá era un salto evidente y lógico dadas las posibilidades técnicas de la época, pero no por ello tiene menos mérito, alguien tenía que hacerlo. Es una apuesta valiente. Es un trabajo duro. Ya no solo introducirse en esos escenarios tétricos, sino la ardua tarea de pasar horas y horas de edición filtrando, reescuchando las psicofonías, montando la película, no en vano el proyecto ha tardado tres años en ver la luz. Y aún no está toda la tarea terminada. Aún resta el costoso trabajo de promoción.

Al salir de la proyección de “Lo que nos dijeron las voces” una inevitable sensación agridulce se produce en el interior de uno. A mitad de camino entre la estupefacción, la esperanza, el miedo... Groizard y Pérez se atreven a innovar hasta tal punto que prácticamente nos convierten en los espectadores de las películas de los hermanos Lumiere. Salimos del cine pensando que hemos presenciado lo inaudito, lo imposible, y eso, en esta era de la infoxicación tiene mérito. Como también lo tiene el hecho de ser pioneros, de mantenerse firmes en la determinación de llevar a cabo un proyecto sin patrocinadores y de forma totalmente independiente, demostrándonos que quien vence a la adversidad conquista el más allá.



Información Complementaria:
Entrevista a Ricardo Groizard y Antonio Pérez en El Último Peldaño (Onda Regional de Murcia)
Entrevista a Ricardo Groizard y Antonio Pérez en Espacio en Blanco (RNE)
Psicofonías: El enigma de transcomunicación instrumental escrito por Jose Ignacio Carmona
Curso Radiofónico sobre técnicas de investigación de psicofonías y T.C.I. Por Juan Francisco Martínez y Joaquín Abenza
Noticia del periódico La Opinión de Murcia sobre los 20 años del suceso del camping de Bolnuevo


Este artículo ha sido incluido en La Lucerna de Caronte # 6

Lucha por la cyber esclavitud

Se ha instalado socialmente el debate sobre si la cultura debe ser libre o no. Ni que decir tiene que lo que conocemos como Industria opina que no debe ser así, que debe ser consumida mediante el pago y la oposición a esto, las corrientes defensoras de un Internet libre en el que se pueda ver cualquier elemento cultural de forma gratuita, lo que se ha denominado "piratear", bajo el argumento de que el consumo incentiva la difusión y, por tanto, la fama y reputación del productor.

El colectivo Anonymous utiliza como emblema la máscara popularizada por la película V de Vendetta (Warner Bros), que a su vez es una novela gráfica escrita por Alan Moore

A mi tanto una cosa como la otra me parecen falacias. La Industria se enriquece del trabajo de los autores a merced de unos inmensos márgenes por hacer relativamente poco: poner en marcha su maquinaría diabólica de marketing. Y la afirmación de que "la cultura debe ser gratuita" me parece falaz en si misma, porque si elaboramos una lista de elementos que merecen ser gratis, los alimentos o el agua, están por delante. ¿Por qué nadie sale entonces a reivindicar que no se nos cobre el agua que consumimos en las casas cuando es un bien público?

Basarse en el pretexto de que la difusión masiva permite mejorar la reputación del productor y por tanto su capacidad para dar más conciertos, por ejemplo, es una verdad solo a medias y que tan solo beneficia a músicos. ¿Que harán entonces la gente que viva del sector cinematográfico o literario? ¿Giras de presentación?


Después de la detención del dueño de Megaupload se han hecho públicos datos como que Megaupload y sus similares: Megavideo y Megaporn, movían el 4% del volumen de tráfico en Internet. Y estas tres plataformas están concebidas básicamente para la difusión de contenidos de ocio. ¿Es el ocio cultura? ¿Dónde está la diferencia que separa a uno de otro?

Shcmitz, el dueño de Megaupload, preparaba una plataforma de difusión musical para artistas que les proporcionaría el 90% de los beneficios a ellos. Una auténtica amenaza para la actual industria discográfica

Además esta lucha se circunscribe al marco de lo que denominamos Internet, que no es más que un tablero de juego diseñado por los poderosos para aumentar su capacidad de influir en las generaciones posteriores. Cuando hablamos de "lucha por la libertad" realmente estamos diciendo que queremos ver series, películas, música producida por las grandes factorías, osea, los mismos productos de consumo que ellos elaboran para moldearnos tal cual quieren que seamos. Lo que vendría a ser que estamos suplicando que nos dejen ser sus esclavos. El intercambio de ficheros de texto relacionados con literatura clásica es ínfimo, los canales de comunicación contracultural son escasos también... Han mejorado su difusión con respecto a los fanzines de antaño, Internet les ha hecho la vida más fácil y pueden llegar a más gente con mayor sencillez, pero su público sigue siendo muy escaso.

Bieber, el próximo juguete roto. La mayoría de sus fans ya lo son.
Todos nuestros actos reivindicativos, incluso este mismo post, están dentro de la red de esta red de servidores llamada Internet,  la cual se puso en marcha como un experimento militar en la década de los 60. Su desarrollo e implementación ha estado siempre supervisada y la popularización de la misma en la década de los 90 ha servido estrictamente para inculcar unos nuevos valores en lo que se ha dado a llamar profilacticamente los "nativos digitales". Generaciones de chicos y chicas que no conciben vivir sin volcar su información personal en redes sociales como Twitter, Facebook o Tuenti, con una percepción de la pornografía distinta a la que tenían las generaciones previas y que han sido bombardeados masivamente desde muy pequeños con los elementos culturales creados por las famosas industrias del ocio.

Especial mención merece una figura como Justin Bieber, al cual, su legión de seguidores se hacen llamar ''Believers', lo que traducido al español significa 'Los creyentes de Bieber'. Pero las similitudes jesucrísticas no terminan solo ahí, este precoz icono pop ha sido diseñado en forma de nuevo mesías y sus fans le atribuyen virtudes desquiciantes al más puro estilo religioso, solo hay que mirar cualquier foro o canal de Facebook o Twitter para darse cuenta de que esto es asi, la constante de palabras como amor, luz, bendición, paz, etc... Nos pone sobre la pista sobre un peligroso diseño social para manipular a las juventudes autodeclaradas ateas y que no tienen remordimientos en seguir ciegamente a un imberbe bobalicón con un look bonito. Pero para quien este muchachito le parezca absurdo, que no sufra, que el establishment le tiene preparado milimétricamente a su némesis: Lady Gaga. La cual merece un estudio aparte. En ambos casos son dos caras distintas de una misma moneda: manipulación de masas.

Cuando uno abre muchos interrogantes siempre se espera que se ofrezcan las suficientes respuestas. Yo no las tengo. Si es verdad que considero que la industria musical, cinematográfica y literaria está diseñada de forma injusta para el autor. Solo beneficia a accionistas y directivos, el resto son unos pringaos en busca de la satisfacción de su ego, los que dan la cara, y los que subsisten con salarios medio dignos, los trabajadores internos. Que esa estructura industrial debe desaparecer me parece justo. Como igual me parece justo que los autores cobren por sus obras, igual que cobra el panadero, el fontanero o el interiorista. "La fama no da de comer", como se ha dicho siempre. Luego aquello de que la lucha en Internet es una lucha por la libertad es un lema y nada más. Internet está controlado completamente, y nuestra libertad radica en nuestro derecho a corrompernos mas o menos, pero siempre corrompernos. Porque no se a ti, pero a mi no me hace más libre el poder descargarme una película, la libertad es un concepto mucho más elevado al cual estamos deteriorando con comparaciones tan zafias.

Arruíname, Mátame, Olvídame

Soy de esa generación que creció en el tiempo en el que las cadenas privadas de televisión no sabía que hacer con su vida en esa franja horaria de las 15 a las 17 horas. Esa duda existencial fue rellenada con el concepto "película de sobremesa". Lo que venía a ser una producción de bajo coste norteamericana, basada en argumentos folletinescos. Como una telenovela sudamericana, pero con más medios y nombres de personajes más cortos.

En esas películas aprendimos que la vida es rocambolesca, pero también fuimos convenientemente adiestrados en las bondades del sueño americano. Esos ideales de democracia que tan bien sonaban, pero que a la hora de aplicarse no eran tan funcionales, pero de esta segunda parte nadie decia nada. Era como contemplar una preciosa escultura de cuerpo entero humano que estuviese recubiera de mierda hasta la cintura, aún así de cintura para arriba era un espectáculo maravilloso y todo el mundo así lo manifestaría, pero al mismo tiempo era como si nadie se atreviera a decir "¡Oh, my god! ¡Este Miguel Ángel huele a caca!

Quizá solo esté exagerando - que no lo creo - pero mi intención es resultar gráfico. Nuestra vida política se ha convertido en algo así. Un espectáculo a media voz donde señores con cara seria dicen que nos van a ayudar, ¿cómo es esa ayuda? Pues sumergiendoos más en el fango. Así de sencillo. La política, el Estado, desempeña el papel de padre severo que castiga al hijo - los ciudadanos - por su comportamiento alocado e irresponsable. "Hijo mio más me duele a mi pegarte...", "¡Y una mierda que te comas!" - que contesta algún hijo indignado que años más tarde se dedicaría a hacer acampadas en los centros de las ciudades.

Nuestros políticos nos están arruinando. Son mercenarios que trabajan bajo encargo de organismos que operan por encima. Las agencias de calificación son solo la mira del francotirador que apunta a la próxima victima, pero nada más. Para satisfacer las demandas de los que no quieren un redistribución de la riqueza hay que desmantelar el Estado del Bienestar europeo, y en eso, los más débiles siempre hemos sido España, Grecia y Portugal. Nuestro nuevo presidente reiteró en repetidas ocasiones antes de ser elegido que subir los impuestos era malo. Pocos días después del cargo anunció una dolorosa subida de impuestos, bajo el pobre argumento de "Yo no quiero, pero estos del PSOE han engañado a todos los españoles, incluido a nuestros economistas". Bobalicona excusa que no se cree nadie.

La Democracia nos está arruinando, mandándonos al empleo precario. Primero la sociedad nos enseñó que eres tan importante como el salario que tienes, una vez que te reduzcan el salario no serás nadie, así de fácil es esta ecuación capitalista. No solo está en juego el Estado del Bienestar, que no nos olvidemos que nuestro Bienestar se mantiene gracias a la sobreexplotación de multitud de países empobrecidos de África y Asia, sino la destrucción de la identidad personal: la capacidad de soñar y prosperar de cada cual. Cuando nos hayan terminado de arruinar en lo económico y personal, a los que se les ocurra enarbolas pancartas, en actos a pie de calle o a través de la red, serán adecuadamente anulados, mediante la represión con violencia o cayendo en el olvido. Toda voz discordante será un atentado contra el progreso, porque, a fin de cuentas, todos estos esfuerzos nuestros papás políticos los hacen por nuestro bien, para sacarnos de la crisis.

Yo soy Tu soy Yo

Aullaste en la noche
y tu voz fue un gélido lamento.

Lloraste mis madrugadas
como un río sediento
de amor, de pena, de rabia.

Susurraste mil veces mi nombre
sin saber como me llamaba,
sin distinguirlo entre otros nombres.

Escribiste mis recuerdos en la roca
aunque no sabías de mis pecados.

Yo tuve un torpe deseo
de olvidarlo todo, de salir volando,
por encontrar en tus ojos
mis mismos ojos del pasado.