Democracia real, ¿revolución real?


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Leyendo el blog de Luis Carlos Campos (Contraperiodismo Matrix) encuentro un artículo centrado en el incipiente movimiento Democracia Real Ya. Que, como todos uds. saben ya a estas alturas del partido, es una plataforma civil orientada a la consecución de una democracia más justa y transparente, etc... Un bonito ideal.

Mi duda no va sobre echar calderos de agua fría en la indignación social, que la indignación nos pertenece por legítimo derecho, por estar puteados como estamos, sino que mi reflexión se orienta en como los titiriteros, entiéndase aquellos que nos controlan como las pueriles marionetas que somos, canalizan nuestros deseos de cambio a través de canales seguros, como podría ser "Democracia Real Ya".

El objetivo de hacer esto así es bien sencillo. Un pueblo cabreado es un peligro incipiente. Una bestia que no sabes por donde va a salir. La rabia debe emerger y emergirá, pero si controlas el movimiento el daño será menor, incluso puedes utilizarlo en tu beneficio. Después nacerán los mitos, aquellos que cayeron durante el proceso, nacerá la historia, las consignas, los recuerdos... Se habrá propiciado un simulacro de cambio para dejar las cosas como estaban - como ya nos pasó en la famosa Transición Española, un baile de nombres y caretas que dejaron las cosas igual que estaban, eso si: con más tetas al aire  -. Después de todo el rico seguirá siendo rico, el pobre estará jodido y desfondado, pero bien entretenido con el hobbie de turno.

La verdad es que no pretendo ser agorero. Soy muy optimista con respecto al futuro de mis nietos. Creo que las revoluciones empiezan en uno mismo, desde dentro hacia afuera, hacia nuestro entorno inmediato. Si forzamos ese pequeño cambio lo demás vendrá solo, y lo que vendrá será bueno.

Paz para todos y amor para los locos.

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