Mucho Sol y pocas nueces

Ante la incertidumbre profética a cerca de si realmente el 21 de mayo de 2011 se acababa el mundo, el fin de semana electoral nos permite confirmar y desmentir la noticia: el PP ha arrasado.



La jornada del 21-M fue en Sol un mare magnum de curiosos, turistas y buenos propósitos

La "revolución" del 15-M se despeña como un acuarelista pintando al aire libre en una tarde de lluvia. El movimiento hace aguas, pero que nadie se asuste ni se desanime. De todo debemos sacar conclusiones positivas y estas movilizaciones nos permiten extraerlas y muchas. La principal: el buen ánimo de una generación de españoles (de varios estratos de edad) cansados de la estafa política, del banquero de tirantes, del páguelo usted a plazos y si no puede saque otro préstamo... Todos esos argumentos que nos han conducido como rebeldes sin causa a una muerte absurda y dolorosa.

Para los que esperaban que estas propuestas propiciasen un estigma electoral ahora deben (estamos) estar tirándonos de los pelos, de poco o nada sirvió tanto ruido porque en el fondo no habían nueces. La Spanish Revolution carece de ideario real más allá de una serie de propuestas obvias. Que si bien son más justas que lo que tenemos ahora (como que los políticos declaren su patrimonio antes y después de su mandato) descarta algo que sería realmente justo: dinamitar por completo el sistema y volver a edificarlo. Que, visto lo visto, es lo que este país necesita.


Además está la dudosa partida de nacimiento del movimiento del 15-M. Cuyo uno de sus inventores es Enrique Dans. Un personaje directamente vinculado con la oligarquía financiera. Cosa extraña, un ricachón acostumbrado a codearse con los peces gordos de la finanzas liderando un movimiento de pancarta y acampada callejera. Esto huele más a la típica maniobra de canalización de la frustración social. Ellos, los que mandan, saben del descontento popular y te diseñan un canal donde salir a dar unos gritos, dar golpes a tus baterías de cocina e intercambiar perros con flauta. Después la cosa fracasa o como mucho se queda en una serie de enmiendas aceptables pero sin demasiada importancia. A todos les queda la sensación de "no se pudo hacer más, vámonos a casa que las facturas hay que pagarlas" y santas pascuas.




Mucho Sol y pocas nueces

Lo de la plaza del Sol más bien parecía un mercadillo solidario que una revuelta. Un juego de niños que pretenden un simulacro de realidad. Por megafonía se anunciaban reuniones sobre "políticas a corto plazo", para quien quisiera asistir para intercambiar ideas. Todo muy loable, pero inútil. El movimiento ya tiene sus caminos marcados y ese tipo de reuniones de ideas son algo más bien ficticio. Pero no es cuestión de ser pesimista. Allí se reunieron personas con un profundo deseo de cambio y eso es lo que no debemos perder: la pasión.

Inmólese. Usted. Ahora

Para evitar este tipo de frustraciones lo mejor es no asociar nuestro deseo de libertad bajo ninguna imagen de marca. Ni 15-M, ni Spanish Revolution, ni ná de ná... Este proceso no va a ser corto, ni se va a arreglar en cuatro noches antes de las elecciones, irá para largo y requiere de paciencia y fortaleza mental, porque zancadillas hay y habrán. Mucho picar carbón para sacar una cabeza de alfiler de diamante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario